Los feligreses de una iglesia filipina celebran su culto con la máxima comodidad

La Basílica Menor del Nazareno Negro, también conocida como Iglesia de Quiapo, es una destacada basílica de Manila, con una historia que se remonta a más de 300 años. Su nombre se debe a que alberga el Nazareno Negro, una estatua de Jesucristo a la que se atribuyen milagros. La presencia de la estatua es una de las razones por las que la iglesia se llena regularmente con más de 2.000 fieles. Pero en el clima tropical de la ciudad, todas esas personas hacinadas hacían que los niveles de temperatura y humedad en el interior fueran muy incómodos.

La Basílica intentó refrigerar el edificio con 14 ventiladores más pequeños, pero eran ruidosos e ineficaces y consumían mucha energía. Así que los responsables de la iglesia decidieron sustituirlos por tres silenciosos y eficientes Big Ass Fans. Al mes siguiente, el administrador de la planta física, Victor G. Mallillin, vio cómo la factura de la luz caía en picado en torno a un 70%. Igualmente importante es el ambiente más fresco y confortable que crean los ventiladores para los feligreses. Hacen el trabajo para el que fueron instalados, de forma silenciosa y discreta. Y una ventaja añadida es que el flujo de aire adicional por todo el espacio evita la formación de polvo y telarañas.