El dispensario de Butaro, en Ruanda.
Big Ass Fans® suele alardear de que sus productos mantienen cómodas a las personas. Pero gracias a la labor de un innovador grupo de diseño y de varios socios internacionales, los ventiladores de la empresa se han puesto ahora al servicio de salvar vidas.

El MASS Design Group, con sede en Boston, en colaboración con el Gobierno de Ruanda, el Ministerio de Sanidad, Partners in Health y la Fundación Clinton, ha inaugurado hoy la Clínica de Salud de Butaro, en el distrito ruandés de Burera. El dispensario, de seis pabellones y construido con mampostería y acero, está pensado para reducir la propagación de la tuberculosis, muy extendida en los dispensarios africanos.

Los arquitectos diseñaron una amplia ventilación natural e instalaron Big Ass Fans para facilitar el movimiento del aire. Los ventiladores pasan el aire por encima de las luces UV, que eliminan los patógenos del aire.

Se integraron en la clínica un total de siete ventiladores Isis® para ventilar eficazmente el espacio y optimizar los caudales de aire con un bajo volumen de energía.

"El uso de Big Ass Fans nos permite tener sólo uno o dos ventiladores por sala, funcionando a velocidades lo suficientemente bajas como para que no hagan pasar frío a la gente", explica Garret Gantner, arquitecto del proyecto en MASS Design Group.

Los ventiladores funcionan silenciosamente sin comprometer el volumen de movimiento de aire, "que es el factor más importante para prevenir la transmisión de enfermedades", explicó Gantner.

La clínica de salud de Butaro, en Ruanda, utiliza siete ventiladores Isis de Big Ass Fans.